Licenciado Andrés Manuel López Obrador
Próximo Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
Amigas y amigos ingenieros
Señoras y señores:
El Palacio de Minería, que hoy nos acoge, es cuna, sede y símbolo de la Ingeniería Mexicana. De este recinto, que es la primera Casa de la Ciencia en América, surgieron los primeros ingenieros de Minas, que además de los conocimientos profesionales, aquí abrevaron los valores que los llevaron a incorporarse con el Padre Hidalgo, a la lucha libertaria de la Independencia y ser protagonistas fundamentales de la primera transformación social de nuestra nación: Mariano Jiménez, Casimiro Chovell, Rafael Dávalos, Ramón Fabié, Vicente Valencia, “aquella pléyade de sabios que abandonaron las tablas de cálculo, las sustancias químicas y los instrumentos de mineralogía, para empuñar el fusil y la espada” al lado Don Miguel Hidalgo y ofrendar con él sus vidas por la libertad de las nuestras y la independencia de la Patria, ejemplo por el cuál, sus nombres honran el Patio de esta Casa.
Este mismo recinto recoge, de la mente iluminada de Don Benito Juárez, su visión de estadista y su herencia reformadora. Consiente de la importancia para un pueblo de la formación de sus hombres en las áreas fundamentales para el desarrollo de una Nación que lucha por su identidad y su permanencia autónoma y soberana, crea el 2 de diciembre de 1867, con la Ley Orgánica de Instrucción Pública para el Distrito Federal, “uno de los ordenamientos básicos del México moderno, un sistema educativo verdaderamente nacional y a tono con la época”, como lo calificara un día el gran Rector Barros Sierra, y dentro de él, la Escuela Especial de Ingenieros que aquí se aloja. A las carreras primigenias de los mineros, se suman en ese momento las de Ingeniero Civil, Topógrafo e Hidromensor, Geógrafos e Hidrógrafos y la de Ingeniero Mecánico. La ingeniería mexicana se incorporaba así, como elemento esencial de la segunda gran transformación nacional.
La Revolución Mexicana se nutre también con la participación de ingenieros que se formaron entre los muros de este viejo edificio y en las centenas de escuelas de ingeniería del país que tienen aquí su origen e inspiración y cuyas aportaciones a la tercera gran transformación nacional son de una importancia excepcional. Ingenieros que, en diversos momentos de su historia, han construido y restaurado la Patria en lo físico, en lo intelectual, en lo político, en lo social: los Amor, Avilez, Barocio, Matiza, Cuevas, Domínguez, López Violante, Lozano, Ojeda Martínez, Olivier, Sarmiento, Sánchez y Yarza Barona, hijos de esta Escuela que se dieron de alta en 1914 en los cuerpos de defensa, para luchar contra los invasores en Veracruz; los Pastor Rouaix y los Julián Adame, Constituyentes del 17 y personajes fundamentales de las Leyes agrarias y de los artículos 27 y 123 de la Constitución Federal; los Pascual Ortiz Rubio, Presidente de la República; los Manuel González Flores, los Cerrillo, los González Camarena, los Emilio Rosembleuth, los Heberto Castillo, ingenieros inventores y Heberto, además, líder social indiscutible; los Luis Enrique Bracamontes, constructor responsable de Ciudad Universitaria y líder del rescate y la restauración de este Palacio; los Buchannan, los Padilla Segura, los Méndez Docurro, los Bernardo Quintana, los Moreno Torres y desde luego Don Valentín Gama, el Dr. Nabor Carrillo y el inolvidable maestro de todos y de todo, Javier Barros Sierra, Rectores Magníficos de la Universidad.
Presidentes visionarios crearon, por su confianza en la ingeniería mexicana, las Comisiones Nacionales de Irrigación y de Caminos y el Instituto Politécnico Nacional. Se logró construir a partir de esas decisiones y voluntad política, con el talento y el esfuerzo de sus hijos, el México moderno y fueron posibles la Expropiación Petrolera y la Nacionalización de la Industria Eléctrica.
Sin embargo, en momentos menos lúcidos de nuestra historia, que estamos obligados a superar, caímos en los excesos de quienes desprecian lo que nosotros hacemos y ven con admiración e incluso con actitud servil todo lo que viene de allende nuestras fronteras, aunque no sea mejor que lo nuestro.
Hoy, Sr. Licenciado López Obrador, entre estos mismos muros, se encuentra una multitudinaria representación de ese talento nacional vigente de los ingenieros mexicanos de todas las especialidades, que suman cientos de miles en el campo, el gabinete, en el laboratorio y en las aulas, que, me atrevo a decirlo, participarán con entusiasmo y con fervor patrio, en la cuarta transformación nacional a que Usted convoca.
Sabemos todos de sus programas prioritarios y su propósito con ellos de acabar con la exclusión de millones de mexicanos, de lograr el desarrollo regional sustentable y fortalecer el mercado interno y la economía nacional; abatir la pobreza, la marginación y la inseguridad, con énfasis en aquellas zonas que se encuentran menos atendidas; de garantizar para todos y para los más de un millón de nuevos compatriotas que nacen cada año: servicios de salud, mejor educación, seguridad y empleo y el pleno ejercicio de los derechos humanos, así como la soberanía alimentaria y la energética de la Nación, ¡bienestar en suma para todos!
Para ser con nuestra fortaleza interna, como ha dicho Usted, una Nación respetable y respetada.
Sabemos bien que para ello, la presencia de una ingeniería nacional del más alto nivel, fortalecida, rescatada, de honestidad absoluta, con compromiso y sensibilidad social, con respeto al individuo y a la naturaleza, a nuestra idiosincrasia, a nuestra cultura, a nuestro patrimonio y a nuestros valores y con una colaboración estrecha entre el sector público, el privado y el social, es imprescindible y que su lucha contra la corrupción y la impunidad, sin simulaciones ni interpretaciones cómodas; sin evasivas vergonzantes, debe ser y será parte inexcusable de su forma de actuación.
Estamos también claros de que no bastará la inversión pública, así sea enorme el esfuerzo que hagamos, para atender las grandes necesidades nacionales de infraestructura, pero confiamos en que esta será un capital semilla, un detonante, que estimulará una amplia participación de la inversión privada y la social en este renglón fundamental.
Somos consientes, de que no todos los problemas que nos agobian se pueden resolver sólo con una ingeniería nacional fuerte, pero estamos persuadidos de que no se puede acometer una empresa como la que pretendemos si no contamos con ella.
Sabemos también, que la moderna tecnología de la dependencia es la dependencia de la tecnología y asumimos nuestra responsabilidad profesional como garantes de esa parte de nuestra soberanía. No prometemos quimeras, hablamos con seguridad, porque ya lo hemos hecho. Hay testimonio en todo el territorio nacional. Estamos prestos para trabajar sin demora, consientes de que el tiempo es también un recurso natural no renovable y que ya no nos queda ni un minuto que perder.
Por ello, apreciamos Licenciado López Obrador, su decisión de incorporar en el circulo inmediato de decisiones de su gobierno, como es ya sabido, a un amplio grupo de ingenieras e ingenieros de varias especialidades: Rocío Nahle, María Luisa Albores, Blanca Jiménez, Alfonso Romo, Víctor Villalobos, Octavio Romero Oropesa y quien tiene el honor de dirigir estas palabras.
En lo que se refiere a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y atendiendo al privilegio que me otorgó nuestro próximo Presidente de la República, de informarlo en este acto, hoy me es grato hacer de su conocimiento que, con su acuerdo, me acompañarán como Subsecretarios: de Infraestructura, el Ingeniero Cédric Iván Escalante; de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones la Ingeniera Salma Jalife Villalón; de Transportes el Ingeniero Carlos Morán Moguel; como Coordinador de Puertos y Marina Mercante el Ingeniero Héctor López Gutiérrez, como Titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario el Ingeniero Alejandro Álvarez Reyes Retana y como Director General de Telecomunicaciones de México, Telecomm, el Ingeniero Sergio Viñals Padilla.
Licenciado Andrés Manuel López Obrador, próximo Presidente de México:
Agradecemos vivamente su presencia en este acto, para nosotros memorable, reconocemos su gesto de enorme confianza en la ingeniería, en las ingenieras y en los ingenieros mexicanos, tan lejano en el tiempo en nuestro gremio, decisión que sabremos honrar y le decimos, usando una expresión de “ya sabe quién”.
¡No le vamos a fallar!
Ing. Javier Jiménez Espriú
Palacio de Minería, Agosto 6 de 2018
Ing. Jiménez Espriú: lo felicito por su encargo. Quiero solicitarle por favor que pida a sus colaboradores que sustituyan el estudio de factibilidad técnica publicado por MITRE en octubre de 2000. Está incompleto. Gracias.