En estos días, las propuestas de Leyes secundarias de las Reformas de Telecomunicaciones y Energética serán recibidas por la “Cámara de Origen”, cualquiera que esta sea, para su “discusión, análisis y en su caso, aprobación”, asunto de trámite, ya que las tales leyes serán enviadas por el Ejecutivo de la Unión –o de la desunión-, con la jubilosa aprobación de los organismos internacionales – Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, OCDE, etc.- y con la felicitación entusiasta del Presidente Obama, de algunos empresarios mexicanos a quienes les caerán negocios rápidos y espectaculares y de los Directivos de las Trasnacionales de la Energía, empresas filantrópicas que sin la necesidad de que les entreguemos “ni una gota de nuestro petróleo ni un centavo de la renta petrolera”, como dicen el Presidente y las “autoridades” del sector energético de nuestro país, vendrán a ayudarnos a hacer lo que el Presidente, tocado y trastocado por el “síndrome de La Malinche”, cree que los mexicanos no podemos hacer por nuestra cuenta.