El Director de Pemex está más organizado que el crimen organizado. Cuando menos y en donde menos lo esperamos surge el siguiente atentado. Nos trae, a quienes hemos hecho de la defensa de Pemex una vocación y un deber nacionalista, a mal traer. No nos da cuartel, no nos deja momento de reposo. Tiende un velo para tapar otro, pero todos son igualmente graves y desoladores.